Hacer turismo no implica
que tengas que preparar una maleta para tomar unavión que te lleve a
cientos de kilómetros de distancia de tu punto de origen, que en este
caso es la República Dominicana, un país que se caracteriza por tener
una riqueza natural única. Aquí, hacia cualquier ángulo a donde apuntes
con el lente de la cámara es posible captar paisajes impresionantes.
Por
lo regular, tanto nacionales como extranjeros suelen “botar el golpe”
en las playas de la inagotable Quisqueya. Pero… ¡¿Y quién no lo haría
con los 1.550 kilómetros de costas, de los cuales alrededor de 600 son
de playas?! Todas con un entorno que llama a la relajación y al disfrute
del encanto de su sola existencia.
Sin embargo, nuestra isla es
mucho más que playas bañadas por un radiante sol, fina arena y agua
cristalina, como las de Punta Cana, Puerto Plata y hasta la más próxima
al gran Santo Domingo, Boca Chica. Aquí, también existen otros rincones
que pueden ser explorados y disfrutados, como los balnearios del
Suroeste de la República Dominicana, una zona olvidada, no solo por los
políticos, el Estado e inversionistas privados, también por aquellos que
consideran que “para allá no hay nada qué ver”.
El Sur profundo
tiene una magia especial. Quizás, sean su gente y su paisaje de montaña,
ya que a pesar de ser una de las zonas más áridas del país, cuenta con
fuentes acuíferas que nacen de sus “entrañas” para abastecer a sus
pobladores, quienes gozan de este privilegio en los distintos
balnearios.
Pero el que no seas sureño no quiere que decir que no
puedas darte una vuelta por estos lugares. El Sur está para que lo
conozcas, lo valores y disfrutes. Solo tienes que “armar” un bultito y
organizar un grupo de amigos o familiares y tomar la carretera con
destino a Neiba, la cual te lleva por un paisaje campestre hasta llegar
al Monumento Natural Las Marías, un balneario situado al pie de la
Sierra de Neiba, justo al lado de la carretera Galván-Neiba. Una vez
allí, puedes darte un chapuzón en este refrescante manantial; y luego,
saborear el menú del día, por menos de 150 pesos.
Otros
balnearios que puedes conocer son Los Cachones, Pocilga, Cachón Mamey y
Cachón al Medio, en Villa Jaragua. Estas piscinas naturales son ideales
para mitigar el calor. Algo de lo que saben muy bien sus lugareños, en
especial los niños, quienes no lo dudan dos veces para lanzarse al agua.
Si
te diriges hacia Polo puedes hacer una parada en el balneario La
Represa de Piedra Blanca, en Cabral. Esta, junto al balneario La
Furnia, se caracteriza por su poca profundidad y por tener en sus
entornos distintos establecimientos de diversión para pasar un buen
rato. En Cabral también puedes darte una vuelta por la Cueva de los
Indios.
Y para los que buscan una experiencia diferente, pueden
dirigirse a conocer los balnearios más importantes de la Provincia
Independencia, como Las Barías, en La Descubierta, un oasis de agua más
fría que la de los otros balnearios, cuyo nombre se debe a los árboles
que lo bordean; y La Zurza, en Duvergé, que debido a sus aguas
sulfuradas proporciona una temperatura templada.
Algunos de estos
lugares , como la llanura del Valle de Neiba, el Parque Nacional
Anacaona, en el oriente de la Sierra de Neiba; el Monumento Natural Las
Marías y el Monumento Natural Manantiales Las Barías, fueron
declarados por el Poder Ejecutivo, con el decreto 571-09, como parte
del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas de la República
Dominicana.
El encanto de la gente hace especial el Sur
Una de las recomendaciones antes del recorrido por los balnearios, es hacer
una parada donde Máximina Batista, mejor conocida como “Bizcocho”,
quien tiene 12 años vendiendo fritura frente al balneario Las Marías.
“Usted coma lo que quiera y pague lo que pueda”, dice al preguntarle
sobre su oferta gastronómica, conformada por batata , pollo y pescado
fritos.
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